Mario Vélez estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional de Colombia, en Medellín, Antioquia. En 1992 viajó a Viena donde estudió dibujo en la Universidad de Bellas Artes de Viena antes de regresar a Medellín para finalizar sus estudios y obtener el título de Licenciado en Bellas Artes. Tras graduarse en 1995, regresó a Europa y realizó un Máster en Pintura en la Universidad de Bellas Artes de Berlín, donde estudió con el reconocido pintor alemán Karl Horst Hödicke.
Ya en su época de estudiante, su inclinación por la pintura fue un factor determinante en su creación artística. Su pintura surge de una triangulación que se forma a partir de su relación con el arte precolombino, el expresionismo alemán y posteriormente con el acercamiento a la pintura abstracta en Nueva York, dando forma a su obra y proyectándola al ámbito internacional. Esta dirección del proceso creativo de la obra de Mario Vélez se da gracias al acercamiento al color, derivado de la influencia del expresionismo alemán, a la interacción con el abstraccionismo y a la mirada a escala de la experiencia sociocultural de su entorno. Hay una evidente mediación entre el cuerpo, el territorio, la luz, la naturaleza y entre las medidas reales que le ofrece su entorno para escapar a un contexto más global desde el arte de la pintura. Trazando un eje desde las prácticas que derivan y alimentan la obra de Vélez, están siempre presentes coordenadas que nos acercan a los confines más lejanos del espacio bidimensional. Siendo la primera un viaje hacia lo primitivo, hacia la captación de lo exótico tan nuestro, que nos lleva a lo primigenio de nuestra cultura. Y la segunda coordenada es la esencia de nuestro pasado.
En perspectiva, su obra siempre estará ligada al cuerpo y a la reflexión que plantea el territorio y el universo. Siempre como soporte y guía de un viaje donde transmite la herencia que está en la estructura espacial del rostro y los huesos y que perdura entre nosotros a través de la memoria de su pintura.