Juan de Dios Vargas creció en un pequeño pueblo colombiano llamado Pitalito en Huila. Realizó sus estudios de Bellas Artes en la Universidad Nacional de Bogotá. Su práctica artística investiga la pobreza, la corrupción y la violencia, donde el dibujo ha jugado un papel protagónico. Este ha sido la principal herramienta para la constitución de sus proyectos hasta desarrollar planteamientos escultóricos y monumentales como la instalación en espacios públicos. Sus intereses se centran principalmente en las preocupaciones que le aquejan: la desigualdad social y cómo el conflicto armado afecta diariamente a los campesinos del país. Piensa en el arte no como un fin sino como un medio para educar y generar reflexión e introspección. Ahí radica la génesis de su interés social, que ha desarrollado no como artista político, sino como artista que hace arte político.